España, "a pintarle la cara" a Países Bajos para continuar el camino hacia la triple corona

España afronta el decisivo encuentro de vuelta de los cuartos de final de la Nations League ante los Países Bajos con el susto todavía en el cuerpo. El gol de Mikel Merino sirvió para redimir a la Selección de los pecados cometidos en Róterdam. Y para conseguir una vida extra antes de llegar a Valencia que le permita continuar el camino hacia la triple corona.

El empate fue un toque de atención. Ser campeón de Europa no te exime de tener que superar duelos complicados, a la altura de la competición que se disputa, aunque no tenga la trascendencia de otras. España defiende el título y es conveniente seguir alimentando a esta generación antes del Mundial, una prueba en la que hay muchas ganas de ver cómo responden.

"Vamos a pintarles la cara", dijo Nico Williams tras concluir el duelo. Hay ganas de vencer a los neerlandeses, esos que no han superado todavía el trauma de 2010, aunque en Brasil se vengaran con esos cinco goles que anunciaron el epílogo de una generación. La venganza, recuerden, es un plato que siempre se sirve frío.

Valencia espera, en una jornada que apunta a emotiva por el homenaje que se espera a todos los fallecidos en la infausta DANA. Un triunfo, equivalente al pase a semifinales, sería el mejor regalo a aquellos que echarán de menos a sus seres queridos. El fútbol, a veces, tiene un poder de dimensiones incalculables, incluso sanador.

Una ilusión incansable

Mestalla ha colgado el no hay entradas. Valencia espera con expectación la llegada de la Selección, en un duelo más trascendente de lo que parece. Estos partidos son, además, el momento para comprobar piezas nuevas. Las ausencias de Rodri, Carvajal y Laporte se notaron en Róterdam, pero un partido más es uno menos para que los nuevos alcancen el bagaje requerido.

La Selección fue inferior en Róterdam porque entregó el balón a los Países Bajos sin justificación alguna. Marcar no implica relajación. O al menos no lo ha implicado en la etapa de Luis de la Fuente. El equipo es incansable, aunque no se notara en el último duelo. Un escarmiento suele ser suficiente para reflexionar sobre lo ocurrido. Y España lo tuvo.

Las noches para olvidar

La presión alta de los Países Bajos fue suficiente para neutralizar el juego de España, antes fluido, pero en Róterdam muy deficiente. Si algo ha caracterizado a este equipo es su capacidad para sortear las presiones, cuya apariencia de trampa es indiscutible. Pero con juego lento es complicado y ese fue el que mostró la Selección en su última aparición.

Ahora toca recuperar el buen juego y la ilusión, la misma que ha encontrado Valencia para agotar las entradas. La misma que tienen los valencianos por disfrutar de un bonito espectáculo. Porque España sigue siendo la misma, aunque haya noches que es mejor olvidar. Los campeones de Europa van a por más, de eso no hay duda alguna. Y Países Bajos debe ser la siguiente víctima.