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Los piropos de Sánchez a China causan estupor: ejemplo de emergencia climática el más contaminante del mundo

El presidente del Gobierno, entre cerdos y cerezas, no ha ahorrado en bombo al país asiático hasta poniéndolo de modelo de lucha contra la desigualdad o el cambio climático

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con el presidente de China, Xi Jinping FERNANDO CALVO

Enrique Martínez Olmos

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China es un socio imprescindible a la hora de hacer frente a la lucha contra la emergencia climática”, es una de las declaraciones de Pedro Sánchez para valorar su visita a China donde en un acto de peloteo al país asiático se ha pasado de frenada en sus lisonjas y hasta los pone como ejemplo de ecologismo obviando que es el país más contaminante del mundo. Por cierto, el presidente del Gobierno se ha quitado su pin de la Agenda 2030 durante la visita a China, un ejemplo más de su fariseísmo. Ahí como la agenda de la ONU moledta, pues no se saca.

El presidente del Gobierno en sus halagos a China provocaba sólo el sonrojo al olvidar cosas tan evidentes como que el país asiático produce el 30% del CO2 y de las emisiones contaminantes del mundo, como ven, una gran lucha contra la emergencia climática. Ahí no han quedado las alabanzas de Pedro Sánchez a los chinos, situándola como un ejemplo en la lucha contra la desigualdad y volcados con financiar el desarrollo. Sí, son almas caritativas y luchan mucho por los derechos de sus ciudadanos según el presidente.

Por cierto, que China sea una dictadura se le ha pasado por completo a Pedro Sánchez, que un poco más los pone como ejemplo de derechos humanos. Él, tan obsesionado en España con las dictaduras de hace 50 años que no es capaz de ver las actuales cuando las visita, sea China o Vietnam. Seguro que sean comunistas no tiene nada que ver.

Pedro Sánchez por cierto ha presumido de lograr acuerdos para las cerezas y el cerdo español. También ha anunciado un acuerdo en el ámbito de los productos sanitarios, de medicamentos y cosméticos. "Con estos protocolos se amplían las posibilidades para que estos productos puedan acceder al mercado chino", perfecto, el peloteo descarado donde sólo le ha faltado un masaje a Xi Jinping al menos ha servido para algo, aunque sea a costa de vender su dignidad. 

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