Bolaños declara ante Peinado que conoció a la asesora de Begoña Gómez “semanas después” de ser contratada en Moncloa

El ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, ha declarado como testigo este miércoles en el caso que el juez Juan Carlos Peinado sigue contra Begoña Gómez. En una dependencia del Palacio de la Moncloa, Bolaños ha explicado que no conocía a Cristina Álvarez, cuya contratación como asesora de la mujer del presidente era el objeto de la declaración, y que su primer contacto con ella fue “semanas después” de comenzar a trabajar en la Moncloa en el año 2018. En aquellos momentos, Bolaños era secretario general de la Presidencia.
Durante la declaración, que se ha alargado durante más de dos horas, Bolaños ha asegurado que nunca ha sido su jefe y que desconoce las funciones de Álvarez como asistente, si bien ha enmarcado su nombramiento dentro de la legalidad, puesto que se llevó a cabo siguiendo lo que establece la normativa sobre personal eventual, indican a elDiario.es distintas fuentes conocedoras del contenido de la comparecencia. El ministro ha sido interrogado por el juez y por la letrada de Vox, que ejerce la dirección letrada de la acusación popular.
Además, el ministro ha explicado que cargos como el de la asesora de Gómez ya existían con gobiernos precedentes y que es necesario por el volumen de trabajo que requiere la figura de las esposas de los presidentes del Gobierno. Peinado le ha interrumpido asegurando que eso no es objeto de su investigación y ha cortado al fiscal cuando éste ha intentado que el testigo ahondara en esa idea, informan las citadas fuentes. A Bolaños le ha dado tiempo de recordar que otras esposas de presidentes han tenido más de un asesor o asesora.
El juez Peinado ha acudido de este miércoles por segunda vez a la Moncloa –ya lo hizo para tomar declaración al presidente del Gobierno–. En esta ocasión, en busca de indicios del delito de malversación que investiga por las tareas realizadas por la asesora encargada de coordinar la agenda de la esposa del jefe del Ejecutivo. Con anterioridad, el magistrado tomó declaración como testigo a Cristina Álvarez por unos correos que envió relacionados con el máster de la Complutense que dirigía Begoña Gómez y después imputó a la empleada del Palacio de La Moncloa.
Interrupciones inusuales
La declaración de Bolaños se ha alargado durante más de dos horas y media por cuestiones ajenas a la duración de las respuestas del ministro. Al principio, Peinado ha exigido una tarima para que su mesa estuviera a una altura superior a la que ocupaban el resto de las partes, lo que ha retrasado el inicio de la declaración. Luego, durante el testimonio, el magistrado ha ordenado a un funcionario que le acompañaba que leyera la declaración ante él de un alto cargo de Moncloa que propuso el nombramiento de la asesora. Después ha ordenado que se reprodujera el audio de la misma.
Además, la declaración se ha interrumpido durante varios minutos porque el magistrado ha exigido a Bolaños que le dijera quién era el responsable de la asistente. En un hecho inusual, el ministro ha tenido que salir de la sala para hacer unas llamadas, explican las fuentes consultadas. El nombre de ese responsable —que es la persona que coordina al personal de Palacio, más de 2.000 personas— ya figuraba en la documentación que la Moncloa remitió al juez en uno de sus requerimientos de información.
Álvarez fue citada como testigo el pasado diciembre y reconoció haber enviado correos y realizado gestiones con la Universidad Complutense en nombre de Gómez, que codirigía una cátedra en ese centro académico. La asesora también explicó que había sido contratada para llevar sus asuntos tanto oficiales como privados. Sobre las funciones de la asistente, el ministro ha explicado que las desconoce, pues nunca ha sido su jefe o responsable.
El juez puso en punto de mira a los asesores de la Moncloa después de saber que Gómez había tenido a Álvarez como colaboradora. El magistrado exigió a la Presidencia del Gobierno que especificara una lista “de los distintos trabajadores y asesores que desempeñan sus labores en el Palacio de la Moncloa”. Con posterioridad citó a Alfredo González, el alto cargo de Moncloa que gestionó el nombramiento de la asesora de Gómez. En el momento de los hechos investigados, Bolaños era el superior de González.
Este alto cargo explicó a Peinado que con el cambio de Gobierno de 2018 tramitó cerca de un centenar de nombramientos de cargos de confianza y que no recordaba específicamente el de Álvarez, a la que además dijo no conocer. Peinado se mostró muy extrañado y llegó a preguntar si para acceder a un cargo de confianza no hay que presentar un currículum o superar una oposición, a lo que González contestó negativamente.
Cuando Bolaños ha explicado que la tarea de proponer la contratación recaía en el alto cargo de Moncloa que declaró antes que él, el juez ha dicho que estaba incurriendo en una contradicción con ese otro testigo. Fuentes de las defensas aseguran que no hay contradicción alguna si se atiende al contenido de ambas declaraciones y recuerdan que Peinado ya imputó a Juan José Güemes, presidente del Centro de Emprendimiento e Innovación de IE Business School, alegando que otra testigo había dicho algo en el sentido contrario, algo que nunca mencionó, como demuestra la grabación de la declaración.
Las fuentes consultadas afirman que el tono de las preguntas de Peinado al ministro Bolaños ha sido impropio de la toma de la declaración a un testigo, interrumpiendo sus respuestas y con una actitud que definen de “inquisitorial”.
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