- Política La quinta vida de Podemos: se atrinchera en la esquina del tablero con un plan contra Pedro Sánchez y Yolanda Díaz
- Pactos Diputados de Sumar alertan de que Podemos provoca el "voto útil" al PSOE y Ferraz confía en que IU medie: "Es una locura que no vayan juntos"
Pablo Iglesias, que no estuvo en el anterior congreso de Podemos en el que entregó el testigo a Ione Belarra como secretaria general, volvió este viernes a una asamblea de los morados como líder emérito del partido y también para hacer gala de su nueva faceta de empresario. De hecho, su intervención durante una mesa de debate con fuerzas de Colombia, Francia y Argentina sirvió para promocionar sus negocios, no como una manera de «ganar dinero», sino como una fórmula para construir un «proyecto cultural» que pretende «dar la pelea política en todos los ámbitos».
Aseguró que eso lo había aprendido de América Latina en general, y del peronismo en particular, pero también del Opus Dei. Una organización de la que admira su afán por querer formar «cuadros de mando» para los «llamados a ser los jefes de las empresas y los ministros cuando gobiernan». El Opus Dei, dijo, «no tiene nada que ver con dios», sino con «estar en la educación» para tener luego militantes en el poder judicial y las instituciones.
Este ejemplo es el que ahora Iglesias quiere proponer seguir dentro de su nueva faceta como empresario, «porque la política no va de democracia liberal, va de poder». Y así es como ha defendido que la militancia de Podemos se involucre en proyectos como su bar Garibaldi y su televisión, Canal Red. Y lo que podría estar aún por venir.
Señaló que su objetivo no es tener «una taberna más grande» -para lo que está pidiendo unos 150.000 euros en una colecta- para subir sus beneficios. «Pero si ganamos dinero claro que haremos una escuela de Estado, claro que daremos dinero para becar a estudiantes para que hagan oposiciones a jueces y fiscales, claro que sí. Trataremos de organizar campamentos de verano para educar en valores no sexistas», explicó. «O qué pasa, que van a montar sólo los del Opus Dei los campamentos para adoctrinar a los niños en valores conservadores».
Ante unas 600 personas, reunidas en el primer día de la asamblea de Podemos, Iglesias defendió que su objetivo es «disputar el poder» y promocionó su televisión como ejemplo de «estar en política» y «cumplir una función política». Porque desde ahí se generan nuevos espacios e instrumentos para da la batalla cultural desde la izquierda.
El ex secretario general llamó a las bases de Podemos a involucrarse en esta tarea que está llevando. «Vamos a movilizar a la militancia para que en todos los lugares en los que haya poder, haya una presencia política de nuestro proyecto», recalcó. Como admira que siempre ha hecho el peronismo en Argentina. Frente a una izquierda tradicional en España que renegó de esa apuesta. Como ha achacado expresamente a los sindicatos, que no se involucraron en crear cooperativas para disputar el poder económico.
Y no sólo. Se preguntó por qué los partidos de izquierdas y sindicatos no había organizado sus propias «escuelas de Estado» para formar técnicos como abogados del Estado. Pues un partido, ahondó, no es sólo presentarse a las elecciones o gestionar cargos, también es liderar un proyecto cultural e ideológico como dice que sí trata de hacer la derecha.
El nuevo Iglesias empresario sí se conjura para eso y para hacerle le competencia al Opus Dei. «Un proyecto político es un proyecto cultural que pretende dar la pelea en todos los ámbitos: en el Estado, en el empresarial, el cultural, los medios de comunicación y en los ámbitos en los que se esté jugando el poder», ahondó en su intervención.
A modo de conclusión, enfatizó que Podemos «significaba eso, poder y democracia», y pidió a «todos y todas» que ojalá entiendan la relevancia de ese terreno de combate.